viernes, 10 de septiembre de 2010

Roberto el topo


Roberto es un topo atípico. Vive junto a una tapia tapizada por hiedra verde que cubre una tapadera expuesta al sol y a la lluvia, oxidada por el tiempo y el abandono.

Roberto usa gafas de sol de espejo, y sale cada mañana de paseo, se sube a la tapia y otea el mundo que le rodea: un huerto al que nunca ha accedido. Cuenta los tomates de cada mata, analiza su estructura, los agrupa mentalmente, establece categorías... Así pasa el tiempo, colgado en sus pensamientos. Desde pequeño, las matemáticas fueron su pasión, agrupar las lombrices en su despensa era su juego favorito.

Roberto se muere de ganas por probar esos apetitosos tomates, pero aún recuerda los consejos que le daban cuando apenas era un diminuto ser, no debería traspasar la tapia si no quería ser exterminado.

Un día, que su vista se resentía y era incapaz de contar los tomates de la última mata, decidió traspasar la tapia, y nunca más se supo de él al otro lado. La tapadera que ocultaba su casa, quedó inmóvil para siempre. Quizás le atrapó la fascinación que supone alcanzar un sueño.

Procedencia de la imagen.

12 comentarios:

  1. hola ojala vuelva a su hogar y que haya probado esos tomates que lo atormentaban y si fue a perseguir sueños algun dia volvera con ellos hechos realidad no? un beso me encanto el cuento

    ResponderEliminar
  2. Quisiera ser optimista y pensar que esa fascinación por el sueño que tenia Roberto se hizo felizmente realidad y ahora es un feliz topo que desayuna come y cena tomates sin necesidad de utilizar gafas.
    Precioso cuento.

    ResponderEliminar
  3. Lo primero que pensé fue lo que le habría dicho mi hija a Roberto: "¿Ves? Te dije".
    Pero seamos optimistas y pensemos que no vuelve porque no quiere, porque descubrió al otro lado de la tapia un mundo nuevo por explorar. Hagamos un esfuerzo y seamos optimistas...

    Bonito cuento

    Besitos

    ResponderEliminar
  4. Sí, seamos optimistas, prefiero esa lectura.

    Gracias y besos

    PD: perdón por no responder antes, quería estar segura de la respuesta que debía daros.

    ResponderEliminar
  5. atrapado Roberto en su propia trampa
    trampa fantasía
    sueño soñado
    matas de tomates...
    no apresurarse a saltar la tapia...
    pobre Roberto!


    me encantó este colorido sitio de cuentos.
    besos*

    ResponderEliminar
  6. Roberto persiguió un sueño...

    Bienvenida, amiga, me gusta vestir mis cuentos de color. Besos**

    ResponderEliminar
  7. Esperemos que si... y no, que le hayan dado un garrotazo por chafardero.
    Como siempre, preciosos los cuentos que nos cuentas mi querida amiga,
    Un abrazo bien grandote

    ResponderEliminar
  8. No, no, de garrotazos nada de nada... Descubrió un paraíso. Me lo confesó al oído.

    Gracias por tu visita, mi amiga Ocarina.

    Besos y abrazos

    ResponderEliminar
  9. HOLA PERSÉFONE. HE COMPROBADO TU PLANTILLA EN MI BLOG DE PRUEBAS Y SE VE CORRECTAMENTE. VUELVE A SUBIRLA.DEBE SER UN PROBLEMA EN TU ORDENADOR. ESPERO TUS NOTICIAS.
    UN SALUDO.

    ResponderEliminar
  10. Imagino que el topo no volvió porque le gustó mucho más vivir fuera... me gustan mucho los cuentos. Te sigo desde hoy.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  11. Perséfone, he escrito un comentario, pero no sé si se ha guardado o no. En él decía que seguramente el topo no volvió porque le gustó mucho más vivir fuera. Me alegra ver este blog, yo también tengo uno de cuentos infantiles.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  12. Hola, Cuchu.
    Yo también quiero imaginar lo mismo que tú, es más grato pensar en positivo.

    Siento decirte que tengo mis blogs abandonados desde hace tiempo, me falta motivación para seguir con ellos. Quizás algún día, de forma inesperada, los continúe.

    Te mando mil besos y un fortísimo abrazo, amiga.


    (Como ves se habían guardado los dos comentarios :)

    ResponderEliminar

Deja volar tu fantasía...